El Área de Influencia
En coaching se utiliza mucho este concepto extraordinariamente útil para hacer cambios duraderos en tu vida. El área de influencia es el conjunto de personas sobre las que tienes autoridad, poder o posibilidad de influir. También incluye todas las tareas que puedes realizar para cambiar algo. Caer en la cuenta de cuál es tu verdadera área de influencia te ayudará a centrarte en objetivos que realmente puedes alcanzar y te evitará la frustración que supone sentirse víctima de una situación, de unos jefes, de un entorno o de lo que sea que está fuera de tu alcance. La verdadera causa del estrés laboral es sentirse víctima de fuerzas que no puedes controlar y que te quitan de hecho tu posibilidad de influir, de hacer algo propio donde dejes tu impronta.
La primera consecuencia de trabajar en tu área de influencia es el aumento de la autoconfianza.
Si una persona se siente impotente, víctima de las circunstancias, reducirá su área de influencia real pero si descubre qué cosas puede cambiar por sí misma y a qué personas puede convencer y trabaja para conseguirlo paradójicamente irá aumentando su área de influencia cada vez a más personas. Este es el fundamento del liderazgo natural. Puedes ser lider cuando te haces protagonista de tu propia vida. En el momento en que pongas en marcha un plan de acción para cambiar algo referente a las personas que te rodean, esas personas que acepten tus planteamientos te “seguirán”, serás lider y además comenzará a aumentar tu área de influencia.
La segunda consecuencia importante es que comenzarás a ser líder. Dejarás de quejarte, sentirte víctima, de lo que sucede fuera de tu área de influencia y empezarás a actuar cada vez mejor en las cosas que sí puedes cambiar, con el efecto multiplicador que este aprendizaje tendrá en tus alumnos y colegas. Se puede empezar por pequeños objetivos diarios.
Te propongo que ahora mismo pienses en un pequeño objetivo que puedas trabajar a diario y que dependa enteramente de tí. Redacta un propósito que conecte con tus valores y leelo a diario a hora y sitio fijos. Imprimelo y ponlo delante de la pantalla del ordenador. Tomate en serio.
Ejemplo: Voy a ser Puntual en el comienzo de las clases y de cualquier otra reunión. Para conseguirlo voy a calcular el tiempo sumando 10 minutos al tiempo que hasta ahora dedicaba a traslados hasta el punto de la reunión o el aula. Consideraré esos minutos extra hasta que llegue la hora de empezar la clase como meditación y preparación de una clase excelente.
